La Unidad

Por Rafael Domínguez
Unidad no significa un estado único de pensamiento, una forma única de criterio, una sola manera de ver las cosas, sino tener un mismo rumbo, creer que somos una parte del todo y que cada parte aunque distinta, es fundamental para ese todo
Cuando se dijo “una casa dividida no prevalece” se nos daba el principio y recordaba el valor que como tal tiene la unidad, no solo para lo que ahora llamamos iglesia, esa iglesia dispersa en un territorio a la cual podemos llamar Nación, sino para todos los que fuesen parte de esa Nación; como principio la unidad es algo que debemos buscar y construir, sin ella se nos advierte se vuelve imposible el alcanzar futuro exitoso.
Unidad no significa un estado único de pensamiento, una forma única de criterio, una sola manera de ver las cosas, sino tener un mismo rumbo, creer que somos una parte del todo y que cada parte aunque distinta, es fundamental para ese todo.
Como principio es difícil de alcanzar puesto que para formar ese mínimo debemos despojarnos del máximo y poner ese mínimo como lo suficiente para aceptar al otro, crear con el otro un esfuerzo común, aunque en el máximo tengamos grandes diferencias. ¿Pero cuál sería ese mínimo? Ni más ni menos que aquello que nos da identidad como parte de la misma nación y nos da identidad como personas, son los valores de bien, lo mínimo que nos hace funcionar unos con otros y bajo lo cual podemos avanzar, esos valores son aquellos básicos como no robar, no mentir, no codiciar, respetar la propiedad ajena, no levantar falso testimonio, así como otras virtudes que nos engrandecen y nos ayudan a mejorar como la caridad, la empatía, la responsabilidad, la ética, la moral, los límites bajo los cuales podemos conducirnos sin dañar a los demás, reconociendo que estos han sido puestos por quien nos creó para el propósito de vernos prosperar.
La unidad, no se trata de un pensamiento político o ideológico, sino de poner nuestro ser en función de servir y con ello establecer el camino a seguir como nación, recordemos que las naciones son eternas, las personas no, por tanto la unidad en ese entender nos hace prevalecer ante las dificultades que se encuentran las generaciones de ciudadanos cada una en su tiempo, la unidad es creer y mantener ese mínimo, enseñarlo a cada nueva generación y practicarlo mientras discutimos el resto, que será siempre un esfuerzo superior alcanzable, si esos límites nos marcan el destino.
Unidad tampoco significa seguir ciegamente a los gobernantes, más bien es meter a los gobernantes dentro de los mismos límites, que estos trabajen para mantenerlos y que den el ejemplo de que ellos aún en posición de poder ejercen con la visión de servicio al de menos poder y más necesidad, la unidad es pertenecer y comprender que no somos dueños sino administradores y que como tal damos cuentas, debemos hacer producir y mejorar lo que se nos da en responsabilidad.
La unidad que una nación necesita va más allá de las políticas públicas o del trabajo de sus instituciones, más allá incluso de la ley, porque la unidad surge cuando sabemos a dónde y por qué pertenecemos, cuando sabemos hacia donde vamos y sabemos lo que queremos construir para nuestras futuras generaciones, cuando trabajamos y crecemos sin olvidar a los demás sea cual sea su condición, su pensamiento, su color político o sus limitaciones, somos uno cuando creemos igual y sentimos igual, amamos igual y limitamos nuestro proceder si este daña esa unión.
Las diferencias bajo este concepto de unidad, pasan a ser necesarias, porque se convierten en oportunidades, sin ellas no hay avance, no hay mejoras, no son un motivo para destruirnos o para separarnos, al contrario, nos unificarán más porque sabemos cuales diferencias disminuyen la unidad y cuales no.
Por ello, un reino dividido contra si mismo y una casa dividida contra si misma no prevalece y su futuro se vuelve incierto, corto, pesado y corre el riesgo que otros corrieron, el de su extinción. Trabajemos por la unidad porque esa construye nación, le da fuerza a la nación y razón de ser a los que habitan en ella.